Dr. César Cárdenas: “Chile cumple un rol importante en materias antárticas en el contexto internacional”
Investigador del Instituto Antártico Chileno y primer chileno en ser presidente del Comité Científico de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos.
Este año se cumplen 83 años desde que el presidente Pedro Aguirre Cerda estableciera los límites del Territorio Chileno Antártico, y 75 años desde que Gabriel González Videla visitara dicho territorio, convirtiéndose en el primer mandatario en hacerlo. Chile no es sólo una puerta de entrada a la Antártica, sino que también tiene un compromiso con y por el continente blanco, el que ha posicionado a nuestro país a la vanguardia de distintas materias polares.
Desde la investigación científica conducida por el Instituto Antártico Chileno (INACH) hasta la elaboración de una Política Nacional Antártica, esfuerzo interministerial que se vio materializada en una propuesta en agosto de 2022, el país tiene un fuerte sentido de protección y soberanía sobre el territorio antártico.
No es coincidencia que dos funcionarios de INACH hayan sido elegidos para cumplir funciones en dos de los espacios más importantes del Sistema del Tratado Antártico, la Licenciada Wendy como vicepresidenta del Consejo de Administradores de Programas Antárticos Nacionales (COMNAP), y el Dr. César Cárdenas como presidente del Comité Científico de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA).
Desde la investigación científica conducida por el Instituto Antártico Chileno (INACH) hasta la elaboración de una Política Nacional Antártica, esfuerzo interministerial que se vio materializada en una propuesta en agosto de 2022, el país tiene un fuerte sentido de protección y soberanía sobre el territorio antártico.
No es coincidencia que dos funcionarios de INACH hayan sido elegidos para cumplir funciones en dos de los espacios más importantes del Sistema del Tratado Antártico, la Licenciada Wendy como vicepresidenta del Consejo de Administradores de Programas Antárticos Nacionales (COMNAP), y el Dr. César Cárdenas como presidente del Comité Científico de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA).
En el marco del Día de la Antártica Chilena, el Dr. Cárdenas, biólogo marino y especialista en manejo y conservación de recursos naturales, reflexiona sobre los próximos desafíos en materias antárticas, no sólo para el país, sino que para la comunidad internacional.
¿Cuál es rol de Chile en materias antárticas en el escenario internacional?
Chile cumple un rol importante, en base a la colaboración que se da con muchos programas científicos. En general el Programa Antártico Chileno ha crecido mucho en la última década, aumentando el nivel de publicaciones científicas y de colaboraciones. Si bien el tema de las publicaciones es sólo un indicador, muestra cómo nuestro país juega un rol científico pivotal, colaborando con programas de otros países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Brasil, Argentina, entre otros. De a poco se ha ido diversificando esto, antes estábamos mucho más aislados y ahora estamos colaborando con más países y, a su vez, colegas de otras partes quieren colaborar con investigadores chilenos, porque el programa ha ido madurando.
Además, Chile juega un papel importante en distintas instancias, como el Comité de Investigación Táctica y la CCRVMA. Entonces, la ciencia chilena no es un actor aislado, sino que es parte de esta red de colaboración más grande que nunca.
Ejemplo de esto es la propuesta de Área Marina Protegida (AMP) que se presentó ante CCRVMA en conjunto con Argentina. Partió con talleres binacionales e internacionales, con investigadores de otros países como Reino Unido, Alemania y Noruega.
El próximo año se va a desarrollar un simposio de armonización, donde veremos la nueva estrategia de manejo de krill en base a la propuesta de Área Marina Protegida.
¿Cuál es rol de Chile en materias antárticas en el escenario internacional?
Chile cumple un rol importante, en base a la colaboración que se da con muchos programas científicos. En general el Programa Antártico Chileno ha crecido mucho en la última década, aumentando el nivel de publicaciones científicas y de colaboraciones. Si bien el tema de las publicaciones es sólo un indicador, muestra cómo nuestro país juega un rol científico pivotal, colaborando con programas de otros países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Brasil, Argentina, entre otros. De a poco se ha ido diversificando esto, antes estábamos mucho más aislados y ahora estamos colaborando con más países y, a su vez, colegas de otras partes quieren colaborar con investigadores chilenos, porque el programa ha ido madurando.
Además, Chile juega un papel importante en distintas instancias, como el Comité de Investigación Táctica y la CCRVMA. Entonces, la ciencia chilena no es un actor aislado, sino que es parte de esta red de colaboración más grande que nunca.
Ejemplo de esto es la propuesta de Área Marina Protegida (AMP) que se presentó ante CCRVMA en conjunto con Argentina. Partió con talleres binacionales e internacionales, con investigadores de otros países como Reino Unido, Alemania y Noruega.
El próximo año se va a desarrollar un simposio de armonización, donde veremos la nueva estrategia de manejo de krill en base a la propuesta de Área Marina Protegida.
¿Su elección para el Comité Científico de CCRVMA y la de la Lic. Wendy Rubio en COMPA indica un liderazgo del país?
Sí, claramente. La designación de Wendy y ahora, en mi caso, le da Chile un lugar aún más importante dentro del Sistema del Tratado Antártico.
¿Cómo aporta Chile a la protección y conservación de la Antártica?
A través de la investigación, de la generación de ciencia de calidad, que posteriormente puede ser usada en la toma de decisiones. Eso es clave. Un ejemplo es la misma propuesta del Área Marina Protegida, donde nuestro país da ese paso de transformación de los datos científicos a información que se transforma en una herramienta para las autoridades y otros actores.
Ahora INACH tiene varios proyectos en esta línea, como el programa de AMP que trata de aportar con datos y seguimiento.
Queremos trabajar con datos del invierno, reforzando lo que hacemos respecto a pingüinos, así como el monitoreo acústico del krill. El estudio y protección de la fauna, especialmente del krill, está muy vinculado a la importancia de la conservación de los ecosistemas en la península antártica.
¿Qué desafíos tiene la ciencia antártica chilena?
Uno de los mayores desafíos es tratar de llenar vacíos de información que se generan durante el invierno, donde por las condiciones climáticas nos cuesta hacer trabajo de campo. Tenemos que recolectar información que permita entender un poco más los cambios que se están produciendo en la antártica, y las consecuencias que van a tener para el Océano Austral.
En ese sentido, dentro de la planificación de INACH en los próximos años, buscamos expandirnos, tener una base que esté abierta el año completo. Eso sin duda va a ser un cambio muy significativo en el programa, ya que va a poder entregarnos información muy valiosa de la época en que no podemos tomar datos. Hay un gran despliegue en verano, pero desde el punto de vista científico es como una foto, porque es una parte del año, y, en la Antártica, son muy fuertes los cambios ambientales dependiendo de la estación.
Sí, claramente. La designación de Wendy y ahora, en mi caso, le da Chile un lugar aún más importante dentro del Sistema del Tratado Antártico.
¿Cómo aporta Chile a la protección y conservación de la Antártica?
A través de la investigación, de la generación de ciencia de calidad, que posteriormente puede ser usada en la toma de decisiones. Eso es clave. Un ejemplo es la misma propuesta del Área Marina Protegida, donde nuestro país da ese paso de transformación de los datos científicos a información que se transforma en una herramienta para las autoridades y otros actores.
Ahora INACH tiene varios proyectos en esta línea, como el programa de AMP que trata de aportar con datos y seguimiento.
Queremos trabajar con datos del invierno, reforzando lo que hacemos respecto a pingüinos, así como el monitoreo acústico del krill. El estudio y protección de la fauna, especialmente del krill, está muy vinculado a la importancia de la conservación de los ecosistemas en la península antártica.
¿Qué desafíos tiene la ciencia antártica chilena?
Uno de los mayores desafíos es tratar de llenar vacíos de información que se generan durante el invierno, donde por las condiciones climáticas nos cuesta hacer trabajo de campo. Tenemos que recolectar información que permita entender un poco más los cambios que se están produciendo en la antártica, y las consecuencias que van a tener para el Océano Austral.
En ese sentido, dentro de la planificación de INACH en los próximos años, buscamos expandirnos, tener una base que esté abierta el año completo. Eso sin duda va a ser un cambio muy significativo en el programa, ya que va a poder entregarnos información muy valiosa de la época en que no podemos tomar datos. Hay un gran despliegue en verano, pero desde el punto de vista científico es como una foto, porque es una parte del año, y, en la Antártica, son muy fuertes los cambios ambientales dependiendo de la estación.