Relación bilateral
Las relaciones diplomáticas entre la República de Chile y la Confederación Suiza se remontan al siglo XIX, cuando la migración suiza comenzó a desempeñar un papel relevante en el desarrollo de ciertos sectores de la sociedad chilena. En este contexto, Suiza estableció su primer consulado en Valparaíso en 1851. Estas se formalizaron oficialmente en 1918, cuando se instauró la presencia diplomática de Suiza en Chile.
Desde entonces, ambos países han mantenido un diálogo constante, basado en el respeto mutuo, los valores compartidos y la promoción de intereses comunes.
La cooperación económica y comercial ha sido un pilar fundamental de esta relación. En 2004 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio entre Chile y la EFTA, de la que Suiza es miembro junto con Islandia, Liechtenstein y Noruega. Este acuerdo ha fomentado el intercambio de bienes y servicios, estableciendo una relación comercial mutuamente beneficiosa. En 2024, la modernización del tratado reforzó aún más estos vínculos, mejorando el acceso a los mercados y destacando los servicios financieros.
En el ámbito de la cooperación económica, se sumó en 2014 el Diálogo Económico Bilateral, un instrumento diseñado para fortalecer las relaciones comerciales y adaptarlas a los desafíos contemporáneos. Este mecanismo ha facilitado el intercambio de experiencias y oportunidades, promoviendo una relación económica sostenible.
Las relaciones culturales también han sido un componente central de la conexión entre Chile y Suiza. A través de iniciativas como Suizspacio, ambos países han impulsado el intercambio cultural en áreas como el cine, la música, la literatura y las artes escénicas. Además, han colaborado en la promoción de valores culturales sostenibles y la preservación del patrimonio compartido.
La diplomacia científica ha cobrado relevancia en los últimos años. Ambos países han trabajado juntos en la generación de conocimiento y en la implementación de tecnologías innovadoras, orientadas a enfrentar desafíos globales como el cambio climático y el desarrollo sostenible.