Chile en la Unesco
Chile fue sede de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe en Santiago, la cual, a partir de 2024, pasó a denominarse Oficina Regional Multisectorial de la Unesco. Este cambio significó una ampliación de sus funciones, con el objetivo de abordar de manera más amplia los desafíos en educación, cultura, ciencia y comunicación.
En el ámbito educativo, Chile ha implementado programas alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Entre ellos, destacan las iniciativas orientadas a promover la igualdad de género y a fomentar la educación ambiental, reconociendo la importancia de preparar a las nuevas generaciones para enfrentar los retos sociales y ambientales del futuro.
En cuanto a la protección del patrimonio, Chile cuenta con siete sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, además de iniciativas reconocidas como patrimonio cultural inmaterial. Estas acciones reflejan el compromiso del país con la conservación y valorización de su herencia, entendiendo su importancia tanto a nivel nacional como internacional.
La colaboración científica entre Chile y la Unesco ha sido significativa en el ámbito de la astronomía, dado el potencial del país como uno de los centros de observación astronómica del mundo. Gracias a sus condiciones geográficas, Chile ha contribuido al desarrollo del conocimiento científico en esta disciplina, fortaleciendo así su papel en la comunidad internacional.
En años recientes, Chile ha trabajado junto a la Unesco para enfrentar los desafíos educativos derivados de la pandemia, con énfasis en la digitalización y en el acceso a tecnologías que permitan una educación a distancia para toda la población. Además, ha desarrollado una estrategia de cooperación con la Unesco para el período 2023-2027, centrada en la promoción de la paz, la justicia social, el desarrollo sostenible y el diálogo intercultural, reafirmando así su compromiso con los principios de la organización y con el bienestar de las futuras generaciones.