Relación bilateral
La República de Chile y la República de Singapur establecieron relaciones diplomáticas en 1979, un hito marcado por la implementación de un servicio directo de envíos navieros entre ambos países. Desde entonces, estas relaciones han sido ejemplo de cooperación y entendimiento mutuo, fortalecidas por una agenda conjunta que abarca diversos temas y el positivo vínculo de Chile con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.
En la década de 1990, la relación se consolidó con hitos como el ingreso de Chile al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en 1994 y la creación conjunta del Foro de Cooperación América Latina-Asia del Este en 1999.
La cooperación bilateral abarca áreas clave como cambio climático, transición energética, salud, envejecimiento, y la cooperación técnica. Asimismo, existen oportunidades de colaboración en innovación y emprendimiento, a través de Start-up Chile y Enterprise Singapore.
El comercio bilateral ha sido facilitado por Acuerdos como el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, P4 (2006), junto con Nueva Zelanda y Brunei Darussalam, eliminando los aranceles sobre el comercio de bienes entre Chile y Singapur.
Otros aspectos destacados son el apoyo conjunto al multilateralismo y la gobernanza global, la promoción del libre comercio, la defensa del derecho internacional, y principios fundamentales como la solución pacífica de controversias y el respeto a los tratados internacionales. Un ejemplo concreto de esta cooperación es su participación en el Grupo de Gobernanza Global que se reúne anualmente en Naciones Unidas.
Resalta también la firma en 2020 del Digital Economy Partnership Agreement, que busca establecer reglas internacionales para la economía digital entre ambos, y la colaboración en hidrógeno verde, impulsada por un memorándum de entendimiento en 2021. Además, desde 2008 se ha fomentado la cooperación educativa, aprovechando el destacado sistema educativo de Singapur. En el ámbito regional, Singapur se convirtió en el primer socio estratégico de la Alianza del Pacífico, firmando un Tratado de Libre Comercio con el bloque, fortaleciendo los lazos entre Latinoamérica y Asia-Pacífico.