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Bicentenario Chile-EE.UU.: Socios para un futuro mejor

El año 2023 marca un hito significativo en la historia de las relaciones diplomáticas entre Chile y Estados Unidos, ya que celebramos 200 años de vínculos bilaterales y 20 años desde la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC). Este aniversario no solo nos invita a reflexionar sobre el camino recorrido, sino también a proyectar el futuro con optimismo, considerando los logros alcanzados y las sólidas bases de una relación que es estratégica.

En 200 años hemos pasado por momentos de mayor y menor cercanía; hoy, sin embargo, alcanzamos un estado de madurez que nos permite abordar todos los temas sin excepción, con espíritu constructivo, en el marco de un diálogo franco y respetuoso entre verdaderos partners.

Ejemplo de la sintonía que marca la vinculación bilateral es la intensidad de las visitas y encuentros al más alto nivel. Hace poco más de un año recibimos en Santiago al Secretario de Estado, Antony Blinken, mientras el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, visitó Washington DC en junio pasado. Hace solo semanas, los presidentes Gabriel Boric y Joseph Biden se reunieron en la Cumbre de líderes APEP, el 2 de noviembre de 2023, y reafirmaron el compromiso mutuo en áreas clave como el desarrollo sostenible, la promoción de la democracia y la integración regional.

Más allá de las evidentes asimetrías entre nuestros países, hemos cimentado vínculos sólidos que nos permiten relacionarnos como socios que contribuyen al desarrollo y prosperidad mutua, así como a la región y al mundo, desde valores y principios compartidos. Las áreas de relacionamiento son diversas y abarcan la ciencia y la tecnología, el medio ambiente, la seguridad y defensa, la academia y el comercio e inversiones.

En el ámbito económico-comercial, conmemoramos 20 años del TLC, que ha contribuido al aumento sostenido del comercio y las inversiones entre ambos países. De esta forma, Estados Unidos se posiciona como nuestro segundo socio comercial y fuente clave de inversión extranjera directa. La reciente aprobación del Tratado para Evitar la Doble Tributación en el Congreso Nacional permitirá fortalecer aún más esta relación, abriendo nuevas oportunidades de inversión en energías renovables, tecnología y minería para la transición verde. Este hito es fundamental, pues nuestros inversionistas en EEUU cobran allí cada día mayor presencia y protagonismo. De ahí que la entrada en vigor del Acuerdo, el 1 de enero de 2024, será una noticia que celebraremos en conjunto como una señal más de confianza mutua.

En materia de integración regional económica, destaca la Americas Partnership for Economic Prosperity (APEP), impulsada recientemente por el Presidente Biden para promover el desarrollo y la prosperidad equitativas en la región, así como la inclusión de grupos menos privilegiados en nuestras sociedades. Se trata de una iniciativa donde Chile y EEUU coinciden, por cierto, en los objetivos, pero también en la oportunidad que representa esta instancia para fortalecer las cadenas regionales de valor, la transferencia tecnológica y la perspectiva de género aplicada transversalmente y, en particular, a las pymes.

Al concluir, y sin perjuicio del virtuosismo de los instrumentos antes descritos, es innegable que los intercambios académicos unen a los pueblos y promueven el conocimiento mutuo profundo. Son miles los estudiantes y profesores que se han perfeccionado en uno u otro país en torno a temas de mutuo interés. Especial mención merecen las Becas Fulbright Igualdad de Oportunidades, que este año cumplen 15 años desde su creación, nivelando la cancha con cursos intensivos de inglés para estudiantes de excelencia que aspiran a seguir estudios de post grado en universidades estadounidenses.

Hace 200 años, Chile y EEUU luchaban por consolidar su recién ganada independencia. Hoy compartimos miradas frente a desafíos comunes en el ámbito internacional, como las crecientes amenazas a la democracia y los derechos humanos, la lucha contra el cambio climático, la promoción de la prosperidad económica regional, los retos a la paz y seguridad internacional, entre otras. En todos estos ámbitos, los esfuerzos colaborativos entre Chile y Estados Unidos nos permiten aportar de manera más efectiva a la comunidad internacional. Contamos con la confianza, los mecanismos y la madurez en la relación bilateral con Estados Unidos para sortear los obstáculos que se presenten, para efectuar las coordinaciones que nos permitan lograr objetivos comunes en materia de política exterior y para aprovechar las oportunidades compartidas. Todo ello reafirma nuestra calidad de socios que buscan un futuro mejor para ambos países, para la región y para el mundo.