Quisiera comenzar estas breves palabras reafirmando un hecho: en la era de la hiperconexión, la relación de los gobiernos con sus ciudadanos es cada vez más cercana y transparente.
La irrupción de las redes sociales trajo consigo el surgimiento de ciudadanos más informados y opinantes. La sensación es que la historia se escribe en tiempo real y en simultáneo desde distintas pantallas a través del globo. Ante eso las autoridades, incluyo en este término a los diplomáticos, enfrentamos el desafío de representar la identidad y el sentir de nuestros ciudadanos y acompañarlos en este mundo global.
Estamos contra el tiempo, la globalización avanza minuto a minuto y nada la detiene. Los medios digitales pavimentaron el camino, hoy los chilenos desde cualquier lugar del mundo pueden leer los diarios nacionales y ver los noticieros por internet. No es raro que en el extranjero alguien se nos acerque a conversar no sólo de política, sino también sobre el fútbol y hasta farándula. Gente que lleva años viviendo fuera.
Los chilenos, además, ostentamos una curiosa posición privilegiada en el uso de las redes sociales. Sin que nadie se lo propusiera, figuramos entre los países con más usuarios de Facebook y Twitter, tanto que con más frecuencia de lo imaginable, los temas que se tocan en las conversaciones habituales de los chilenos se convierten en trending topics mundiales.
El surgimiento de estas nuevas herramientas digitales, ha contribuido también a una integración más profunda entre ciudadanos de distintas latitudes, un acelerado intercambio cultural y también comercial que en cortísimo tiempo ha derrumbado obstáculos y acercado a las personas. Un proceso que se ha desarrollado en forma natural y sin que los gobiernos intervengan mayormente.
Habitualmente destacamos que Chile está a la cabeza de las economías más abiertas del mundo, que hemos celebrado decenas de TLCs, con países de los cinco continentes, que no tenemos miedo a tener una economía abierta... tampoco tengamos temor entonces a tener una mentalidad abierta y en ese sentido, la existencia de una diplomacia preparada y diseñada para un mundo globalizado, nos permitirá intercambios cada vez más ricos, no solo en lo económico, sino también en lo social y lo cultural. Chile tiene mucho que ofrecerle al mundo y las vitrinas para hacerlo están ahí, atrevámonos entonces a tomar el desafío de poner en ellas lo mejor de lo nuestro.
Necesitamos estar a la altura de estos y de otros desafíos que sin duda surgirán de este avance vertiginoso de las comunicaciones. Si el mundo está cambiando, nuestra diplomacia no puede resistirse a ese cambio, necesitamos abrir nuestras mentes y avanzar al mismo ritmo que la ciudadanía los hace desde sus nuevas formas de organización. Los chilenos ya salieron al mundo a buscar nuevas oportunidades y en cada emprendedor, en cada persona que cruzó la frontera para vivir la globalización, hay un pedazo de nuestro país que necesita que estemos a su lado. Ante este escenario, la diplomacia enfrenta enormes y apasionantes desafíos y ustedes tienen la suerte de ser los llamados a vivir este proceso.
Como Cancillería algo hemos hecho. Nuestra Academia Diplomática ha desarrollado el web-log "Apuntes Internacionales", en el cual especialistas en temáticas internacionales y público en general puede exponer sus puntos de vista y reflexiones, en un estilo directo, horizontal y personal.
Pero como hemos dicho, falta muchísimo por hacer. Y en ese sentido, confío en que este seminario permitirá seguir obteniendo las herramientas necesarias para que nuestro Ministerio se adapte de manera efectiva a este proceso de cambio.
Muchas gracias