SUBSECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES, EMBAJADOR FERNANDO SCHMIDT
EXCELENTÍSIMOS SEÑORES EMBAJADORES Y MIEMBROS DEL CUERPO DIPLOMÁTICO
DIRECTOR GENERAL DE POLÍTICA EXTERIOR (S), EMBAJADOR RODRIGO GAETE
DIRECTOR DE LA ACADEMIA DIPLOMÁTICA DE CHILE "ANDRÉS BELLO" EMBAJADOR PABLO CABRERA
DIRECTORES DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
FAMILIARES DE LOS ALUMNOS E INVITADOS ESPECIALES
Quiero comenzar estas breves palabras con un muy afectuoso saludo a los estudiantes nacionales e internacionales que hoy culminan una importante etapa de su formación profesional al servicio de sus Estados.
De igual forma, saludo a las familias y amigos de estos 34 jóvenes diplomáticos. Ustedes los han acompañado en un camino que no está exento de desafíos y dificultades. La opción que estos jóvenes han tomado involucra sacrificios, tanto personales como familiares, pero sin duda es una decisión digna y hermosa. Representar a su país en el extranjero es un privilegio de pocos y una tarea que debe tomarse con responsabilidad, dedicación y esfuerzo.
Veo con satisfacción que hoy se gradúan del curso internacional jóvenes diplomáticos de países con los cuales mantenemos fuertes vínculos de amistad y cooperación. Es un honor que sus respectivas cancillerías hayan confiado parte de su formación y perfeccionamiento a las aulas de esta Academia Diplomática.
Hoy saludamos a diplomáticos provenientes de Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, la Federación de Rusia, Granada, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, la República Popular China, San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, y Vietnam, que han concluido exitosamente este curso. Es gratificante observar que han sido parte de un grupo humano capaz de afianzar relaciones de amistad y cooperación que perdurarán en el tiempo.
Y respecto de la promoción nacional de este año, quiero destacar el alto grado de preparación profesional con que cuenta. El hecho de que muchos de ustedes hayan cursado estudios de postgrado, tanto en Chile como en el extranjero, pone a disposición de nuestra Cancillería conocimientos específicos de gran nivel que contribuyen a la labor que se desempeña día a día. Sin embargo, no deben olvidar que esta preparación es solo el principio y que su tarea los obliga a desenvolverse con aún más dedicación y esfuerzo en el futuro.
En esta ocasión, quiero destacar la participación en el curso nacional de un joven diplomático argentino, que gracias a uno de los programas de cooperación de esta academia, cursó el programa nacional junto a los alumnos que hoy se gradúan.
Es importante mencionar que, tal como ha señalado el Director de la Academia Diplomática, esta generación es la primera en egresar bajo el proceso de modernización que está experimentando este Ministerio. Este proceso les permitirá profundizar sus conocimientos de manera permanente con diversos cursos de perfeccionamiento, lo que constituye, desde luego, tanto una oportunidad como una gran responsabilidad. De igual forma, los esfuerzos de modernización de este Ministerio nos permiten contar hoy con un nuevo reglamento de evaluación, con un proceso de determinación de brechas de competencia, con el primer Reglamento de Destinaciones y Adscripciones y con un Programa de Gestión por Competencia, todos elementos que incidirán directamente en sus carreras. Los invito a tomar estos desafíos de manera decidida y con entusiasmo, sin perder de vista los principios rectores de profesionalismo, lealtad, espíritu de servicio, sentido de urgencia y eficiencia que deben estar siempre presentes en una Cancillería moderna.
Los tiempos en los que a todos ustedes le corresponderá desempeñar sus funciones presentan características muy particulares.
Mientras en décadas anteriores las prioridades de nuestra política exterior estuvieron marcadas por la construcción de una institucionalidad adecuada para la protección del continente antártico, la contribución al fortalecimiento de las organizaciones internacionales, la suscripción de tratados de libre comercio, el fortalecimiento del régimen internacional de los Derechos Humanos, la construcción de mecanismos adecuados para abordar los desafíos del calentamiento global y la protección al medio ambiente, hoy manteniendo muchos de esos temas, nos encontramos ante un escenario internacional conformado por diversos polos de poder, donde las comunicaciones son prácticamente instantáneas y donde nuevos temas emergen en la agenda internacional de forma constante. Dentro de estos nuevos desafíos puedo mencionar el surgimiento de nuevos bloques y organizaciones como la CELAC, el Trans Pacific Partnership y la Alianza del Pacífico y los nuevos desafíos en materia de seguridad internacional como el ciber crimen, el crimen transnacional y el narcotráfico, entre otros.
Sin duda, en los próximos años, temas como el manejo estratégico de los recursos naturales (como el agua), la profundización de los acuerdos comerciales, la integración latinoamericana y la creación de un marco adecuado para abordar los nuevos flujos migratorios, les impondrán a ustedes nuevas y exigentes responsabilidades.
A pesar de todo lo anterior, nunca olviden que el objetivo principal de la política exterior no cambia y es la búsqueda del mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes de nuestros países. Esa es nuestra labor y a esa maravillosa tarea han decidido ustedes dedicar sus vidas.
Concluyo estas palabras recordando una frase del físico y filósofo inglés, Isaac Newton, quien señaló que los hombres construimos demasiados muros y muy pocos puentes. Cada uno de ustedes está llamado a la construcción permanente de nuevos puentes entre nuestros pueblos y al fortalecimiento de los ya existentes. Tengo la convicción de que ustedes sabrán desarrollar esta tarea con el orgullo, la dedicación y dignidad que se merece.
Muchas gracias.