En primer lugar, quisiera agradecer Presidente Lula a usted y a su pueblo por el caluroso recibimiento que se nos ha brindado y felicitarlo no solo por la excelente organización de este encuentro de MERCOSUR, sino por el extraordinariamente interesante, yo creo, y auspicioso retiro que tuvimos en el día de ayer los Presidentes para analizar cómo seguimos dando pasos más sustantivos en la integración regional.
Tal como lo señalara en la reunión del MERCOSUR en Córdoba, Argentina, y en la reciente reunión de la Comunidad Sudamericana de Naciones en Cochabamba, la integración continúa siendo una tarea necesaria e a la vez impostergable en América Latina, integración entendida como lo hemos visto acá, para que en la mayoría de nuestros pueblos tenga un mejor vivir, un mayor bienestar, un mejor, no sólo futuro sino un mejor presente.
Yo quiero ratificar lo que ya he señalado en más de una ocasión, es que sólo integrados entre nosotros, e integrados también al mundo, vamos a poder enfrentar exitosamente nuestros grandes desafíos comunes, que son obvios y que son derrotar la pobreza, construir sociedades socialmente integradas equitativas, y a la vez fortalecer nuestras democracias.
Y sólo integrados entre nosotros, y con una visión común, vamos a poder tener una voz fuerte ante temas globales y tener, no sólo ser escuchados, queremos ser oídos, pero también queremos tener incidencias y peso a la hora de las decisiones internacionales en términos de obviamente garantizar acceso a los mercados y comercio justo, pero también garantizar en el mundo condiciones de paz y de seguridad que permitan nuestro efectivo desarrollo de nuestros pueblos.
Hoy es necesario que América Latina contribuya para construir un mundo más equitativo de mayor humanidad. Pero también es necesario que tenga una voz y que actúe frente al debilitamiento de las instituciones multilaterales, y porque como aquí ya ha sido señalado, no queremos un sistema global basado en el unilateralismo. Y queremos que en nuestra región, países grandes y países chicos puedan tener oportunidades de ser escuchados y como digo de incidir en las definiciones en pos de unas sociedades más justas.
América Latina ha jugado y debe continuar jugando un rol en los grandes temas globales: en la democracia, los derechos humanos, el desarrollo, la paz, la seguridad, el desarrollo sustentable y el fortalecimiento del multilateralismo.
Y me parece extraordinariamente relevante, frente a todos esos desafíos de integración, como de nuestro pensamiento y nuestra mirada al mundo actual, la propuesta que aquí ha hecho el Presidente Kirchner y que ha sido entusiastamente apoyada por el Presidente Chávez, de generar espacios de debate, de reflexión para avanzar en cómo efectivamente podemos concretar los desafíos de integración en las condiciones de la época actual.
Yo estoy segura que la integración va a ser exitosa y a la vez sustentable en el tiempo si es que logramos construirla sobre consensos reales entre nuestros países. Y si además la acompañamos de un cumplimiento efectivo de acuerdos, y también de una efectiva y eficiente materialización de aquello que nos propongamos, como aquí lo han señalado varios Presidentes, porque esto nos implica y nos exige que los países demos real, real prioridad a lo que son los beneficios de la acción colectiva.
Asimismo yo estoy convencida que para que una idea, un propósito realmente sea sustentable debe ser como cual es la integración, esta debe pasar de las palabras a la acción. Y por eso es que creo que la integración tiene que ser capaz de generar beneficios que sean tangibles para nuestros ciudadanos.
Y sobre la base de todas estas consideraciones, yo quiero ratificar acá el compromiso y, yo diría, el entusiasmo de Chile con la integración regional, y quiero concentrar mi intervención en algunos aspectos, sin perjuicio de otros que puedan ser planteados, cómo podemos avanzar para la integración de desarrollar de MERCOSUR y sus estados asociados.
Y Lula he tratado de acortar mi presentación, dado que ayer me dijisteis que casi había ganado a Chávez en la longitud de mi comentario. No temas no temas, no temas, ahora seré más breve.
Bueno, en el ámbito comercial, yo quisiera comenzar destacando el hecho que es posible y necesario continuar profundizando la relación comercial de Chile y MERCOSUR, desde que se firmara la asociación de Chile al MERCOSUR, hace una década, la participación de Chile y sus distintas instancias en el MERCOSUR ha sido bastante robusta.
Y yo quiero subrayar y dar algunos datos que creo que demuestran esto.
En 1990, Chile exportaba 650 millones de dólares a los países de MERCOSUR y hoy día exporta 3.720 millones de dólares, es decir, 5 a 6 veces más.
En 1990, importábamos desde los países de MERCOSUR 1.120 millones de dólares, y hoy día importamos 9.100 millones de dólares, vale decir algo menos que 9 veces más.
Y otro indicador del gran dinamismo de nuestro intercambio es el aumento de las inversiones chilenas directas en MERCOSUR. El total de los capitales chilenos localizados en países de MERCOSUR es cercano a los 20 mil millones de dólares, y si además sumamos las inversiones en Colombia, Perú, llegamos a prácticamente 30 mil millones.
Si estimamos el orden de magnitud de esa inversión a través del número de empresas localizadas en países de MERCOSUR, hay 413 empresas radicadas en Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, con la consiguiente generación de empleo en cada uno de esos países. Y queremos estimular el movimiento de capitales desde MERCOSUR a Chile de manera de producir mayor dinamismo a nuestras relaciones.
El acuerdo comercial lo hemos visualizado siempre en cuatro objetivos globales:
El primero, establecer un marco normativo para constituir un espacio económico común.
El segundo, establecer una zona de comercio de bienes en un plazo de diez años.
El tercero, facilitar el desarrollo de infraestructura física e interconexiones bioceánicas.
El cuarto, establecer condiciones para iniciar la liberalización del comercio de servicios.
Y en el contexto de esos objetivos globales es que nos hemos propuesto finalizar, durante el primer semestre del 2007, las negociaciones que están en curso en relación al Sector Servicios.
Este acuerdo, sumado a la casi total desgravación del Sector Bienes, reforzaría aún más el dinamismo de la relación, y crearía a nuestro juicio mejores condiciones para que nuestras empresas, todas las nuestras, mejoren su asociatividad y a la vez forjen alianzas que fortalezcan nuestra competitividad global como región.
También queremos implementar una iniciativa consistente en ofrecer a los gobiernos y actuales productivos de MERCOSUR nuestra red de acuerdos comerciales, para que, en conjunto con los chilenos, accedan en condiciones más ventajosas a los mercados cubiertos por esos acuerdos como, por ejemplo, el Asia Pacífico.
Chile, y ustedes lo saben muy bien, tiene una enorme cantidad de acuerdos, con muchas partes pero particular con el Asia Pacífico, y queremos y entendemos que integrar significa también aquellas áreas donde Chile ha tenido espacios que puedan ser de utilidad luego preséntela a nuestros amigos.
Chile en este momento tiene acuerdos vigentes con China, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Singapur, y Brunei, Darsalam, ya tenemos negociado con Japón, esperamos que entre en vigencia este año, mientras que esperamos avanzar rápidamente con Malasia y Australia, y profundizar el acuerdo que tenemos con India. Y este año, y a instancias de Chile, la APEC va a examinar si iniciará la negociación de un gran acuerdo al interior del Asia Pacífico, por lo que las perspectiva del desarrollo del comercio con esa región, que si bien son interesantes para Chile, para Perú que también esta ahí o México, son también para la región de nosotros queremos poder apoyar y articular sus espacios.
Un tercer objetivo específico que estamos impulsando este año, es avanzar en la materialización de los proyectos de interconexión considerados en el IIRSA. Si concretamos estos proyectos, vamos a disminuir los costos de transporte, con un impacto positivo en el comercio entre el Asia y nuestros países, pero además, como lo discutíamos ayer, esto nos permite aumentar en nuestra conectividad, en nuestra fluida relación de todo ámbito y también entre los lazos entre nuestros pueblos y nuestros gobiernos.
Yo quisiera resumir esta primera parte señalando un hecho económico, pero también políticamente relevante. La integración tiene que sustentarse sobre bases reales, y beneficiar a nuestros países, a todos nuestros países. Y también beneficiar a nuestros ciudadanos de manera concreta.
Y la relación de Chile con MERCOSUR está produciendo, en el ámbito de lo económico, frutos esperados, contribuyendo a generación de empleo y al mejoramiento por tanto de las condiciones de vida de miles de ciudadanos de Chile y del MERCOSUR.
Me parece que la idea era aquí de haber continuado discutiendo sobre avanzar más rápidamente en lo que es la intervención energética, es de gran relevancia y estamos absolutamente apoyando esa iniciativa.
Pero si bien lo comercial, lo económico ha sido parte muy sustancial de la manera de relacionarse en nuestros países en el MERCOSUR, el gran segundo tema que quiero plantear es la necesidad de consolidar la dimensión política y la dimensión social del proceso de integración. Y se capaces de generar las sinergias entre los diferentes procesos de integración en este ámbito.
Yo estoy convencida que los esfuerzos que nuestros países deben impulsar y facilitar tanto su desarrollo económico como su desarrollo político. Pero el desafío que enfrentamos reside en ser capaces de construir y consolidar una mesa que descansa en tres pilares: junto al progreso en términos de desarrollo político y desarrollo económico, tenemos que progresar simultáneamente en el desarrollo social. Y ayer lo conversábamos.
Uno de los elementos que expresa el que hoy día estemos los Presidentes que estemos sentados en esta mesa, ha sido la necesidad de nuestros pueblos de unir a reformas económicas, algunas válidas y otras a lo mejor pueden ser discutidas, a lo que es el desarrollo de reformas sociales centrales y fundamentales que permitan que nuestros pueblos puedan vivir de mejor manera. Y también en que la democracia pueda ser un elemento que se profundice cada día.
Y yo estoy convencida y lo dijo el Presidente Nicanor Duarte claramente, es que la estabilidad de la democracia y el perfeccionamiento de sus instituciones, que exigen que de la mano con un desarrollo económico, con un desarrollo político institucional democrático vaya un clima de cohesión social caracterizado por el predominio de sentimientos de seguridad pero además de expectativas positivas frente al presente y frente al futuro de nuestros pueblos y eso es indispensable, tenemos que funcionar en las sinergias.
En otras palabras, la democracia exige lo que Naciones Unidas ha denominado correctamente un Desarrollo Humano, que consiste simplemente, simplemente en la creación de condiciones para que las personas puedan ejercer efectivamente su libertad.
Y esa estabilidad y perfeccionamiento exigen también que los grupos más vulnerables, víctimas de agravios históricos originados en desigualdades socioeconómicas, inequidades políticas, opresiones étnicas y de género, discriminaciones territoriales, todos aquellos grupos vulnerables por todas estas condiciones puedan percibir claramente que hay en marcha progresos sustanciales en la superación de esos agravios.
Yo creo que la cohesión social es posible si nuestros pueblos en concreto mejoran en sus vidas, y como aquí se ha dicho, efectivamente eso es esencial si queremos avanzar en mejor democracia y en una mayor integración entre nuestros pueblos.
En noviembre del año pasado, mi Gobierno puso a disposición de los miembros de la Comunidad Sudamericana de Naciones, Confederación de República Sudamericana, o como sea que le pongamos, una propuesta, titulada "Sudamérica: El desafío de la inclusión social". Y esta caracteriza objetiva y descarnadamente las condiciones de inequidad que hoy padecemos, y las consecuencias en cuanto a exclusión social que ellas acarrean.
Conjuntamente con los desafíos económicos y políticos, que hoy enfrentamos tenemos el desafío del progreso social, de la inclusión social, de la cohesión social, de la protección social, como queramos llamarlo. Y tenemos que impulsar a través de un conjunto de políticas, que en el caso de Chile es uno de nuestro objetivo central como gobierno, que la constitución de un sistema de protección social orientado esencialmente a la superación de las iniquidades agravio histórico discriminaciones como ya decía, diversas formas de opresión hoy día existentes en nuestra región con el objeto de garantizar mayor seguridad, mayor justicia a nuestros pueblos.
Como lo señalé en Cochabamba en diciembre pasado, estoy convencida que la cooperación en materia social puede y debe ser uno de los ejes centrales de nuestra integración. Esa cooperación nos va a permitir potenciar esfuerzos, crear sinergias entre las diversas políticas nacionales, Hugo nos hablaba de educación, salud, en fin, pero además un punto no menor, aprender de nuestras respectivas experiencias.
En la agenda social que propusimos para la Comunidad Sudamericana de Naciones se contempló la creación de un Observatorio Regional para el Desarrollo Social y Humano Incluyente. Este Observatorio Regional, en el que participarían sectores académicos y de sociedades civiles, busca monitorear y evaluar el avance en la región de la lucha contra la exclusión, fuente principal de las diversas formas de inseguridad, discriminación, opresión y agravios históricos. Este Observatorio Regional alimentaría los foros regionales de diálogo sobre políticas sociales, y evaluaría y efectuaría recomendaciones a los países para las aplicaciones de sus estrategias nacionales de desarrollo social.
Y por otra parte, en agosto recién pasado, en la reunión de Comisión de Representantes Permanentes de MERCOSUR, de dio forma a la iniciativa de un Instituto Social de MERCOSUR.
Creo yo si bien los objetivos propuestos para el Observatorio Regional son más amplios que los del Instituto Social, sería muy beneficioso que pudiéramos coordinar desde la partida estas dos iniciativas para producir las sinergias necesarias entre ambos.
Termino Presidente y creo haber cumplido con el tiempo, reiterando nuestro compromiso como gobierno de Chile en continuar contribuyendo hacia una integración cada vez más sólida, cada vez más profunda para que nuestra región de pasos avanzados con sabiduría y paciencia, como aquí se ha dicho, pero con compromiso entusiasta a la vez hacia sociedades más equitativas, más solidaria, más democrática, más humana cumpliendo así con las necesidades, las esperanzas, los sueños y los anhelos de nuestros pueblos que quieren justicia y dignidad, y que pensando en aquello nos han elegido, a algunos los han reelegidos y muchos de ellos están esperando resultados concretos de toda nuestra parte.
Y termino diciendo, no podemos defraudarlos.
Muchas gracias.