La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, encabezó el 10 de octubre una ceremonia donde se hizo entrega al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos un importante acervo sobre el exilio chileno en México, el cual se encontraba hasta ahora en la Universidad Autónoma de ese país.

Esta iniciativa se concretó gracias al esfuerzo realizado por el Embajador de Chile en México, Ricardo Núñez; y fue financiada por la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile para el Desarrollo (AGCID), que permitió reunir y donar el material documental.

Durante la ceremonia de entrega, la Mandataria señaló que “este Museo de la Memoria y los Derechos Humanos ha sido una institución clave, no sólo en la construcción de un relato compartido sobre los crímenes que se cometieron en nuestra patria, sino también en el rescate de la memoria del exilio”.

La Presidenta se refirió a México como “el país que recibió a Hortensia Bussi y que puso a disposición de Pablo Neruda un avión que el poeta no alcanzó a abordar; el país donde se realizaron encuentros y conferencias internacionales, entre ellos la Tercera Sesión de la Comisión Investigadora de los Crímenes de la Junta Militar, en febrero del 75, en la que participaron, entre otras personalidades, Orlando Letelier, Julio Cortázar y Harald Edelstamm. Fue siempre, y siempre ha sido, un país de brazos abiertos y manos tendidas, y por eso nuestra gratitud eterna”.

Por su parte, el Director de AGCID, Embajador Juan Pablo Lira, aseguró que “esta donación representa el regreso a Chile de un fragmento de su historia”. Agregó que “tras este archivo, existen muchas historias que se concretan en invaluables testimonios. Desde septiembre de 1974 y hasta 1993, el exilio chileno se agrupó en torno a la Casa de Chile en México. Esta entidad formó un importante acervo documental y reunió una colección de libros de más de tres mil textos. Al terminar el funcionamiento de la Casa de Chile, tanto los volúmenes, como el archivo fueron donados a la Universidad Autónoma, donde permaneció hasta hace algunos meses”.

La donación que el Museo recibe consiste en material documental de las Universidades Autónoma Metropolitana, sede Xochimilco; la Nacional Autónoma de México (UNAM), la Facultad de Filosofía y Letras; y de los ciudadanos chilenos residentes en México: Fernando Shultz y Sonia Daza, quienes entregarán en comodato el material de audio, colecciones personales y documentos. Contiene 52 entrevistas grabadas, lista con nombres de presos, publicaciones, conferencias e informes relacionados con los chilenos que vivieron el exilio en ese país.

El Embajador de México en Chile, Rubén Beltrán, dijo que “estos archivos tienen la obligación de convertirse en archivos consultados, que permitan a la sociedad recordar para no volver a cometer los mismos errores. En la casa donde vivo también lo hicieron cientos de chilenos. En mi jardín hay un monolito que rinde tributo a los chilenos que vivieron en mi casa. Y cada vez que venimos a un museo como este tenemos la obligación de volver a reflexionar. Estoy orgulloso de esta relación que tenemos y agradecido por el cariño de Chile”. 

Los archivos serán entregados en comodato al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Chile a través de audios, periódicos, fotografías, revistas y diversos documentos sobre el exilio chileno. 

El Museo de la Memoria creará una colección especial dentro de su centro de documentación, dedicada a México y su importante labor como país. Según su Director Ejecutivo, Francisco Estévez, “México le abrió las puertas a nuestros compatriotas para que pudieran estudiar y desempeñar sus carreras académicas. La Casa de Chile claramente era un centro cultural, un refugio para el exilio, pero también fue un lugar donde los políticos y demócratas de nuestro país pensaron en cómo lograr que Chile volviera a la democracia”. 

Cabe destacar que los recursos necesarios para realizar el ordenamiento de los antecedentes reunidos, ampliar la búsqueda, posibilidad de transporte y financiar los seguros que implica manejar este conjunto de documentos, provienen del Fondo Chile-México, un compromiso de colaboración internacional entre ambos países.