Como uno de los articuladores en el mes pasado de la creación del grupo de cancilleres de América del Sur encargado de facilitar un acuerdo entre el Presidente Nicolás Maduro y la oposición venezolana, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, huyó del tono diplomático para comentar la crisis en Venezuela. En entrevista con O'Globo, Muñoz afirmó que a pesar de las críticas que viene recibiendo, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) tiene la responsabilidad de evitar que un gobierno democráticamente elegido sea destituido por una minoría a través de la fuerza.
Muñoz, que fue embajador de Chile en Brasil a fines de los años 90, fue recibido en Itamaraty por su colega Luiz Alberto Figueiredo. Además de conversar sobre la visita que la Presidenta Michelle Bachelet hará en breve a Brasil, él vino a Brasilia para decir que el país quiere reavivar la "intensidad" de las relaciones bilaterales. Reconoció que, en los últimos años, hubo cierto distanciamiento, aunque garantizó que se va a recuperar el tiempo perdido.
-Chile y los demás países sudamericanos están siendo duramente criticados por la postura de la Unasur ante la crisis en Venezuela. Una de las quejas proviene de la diputada María Corina Machado, quien dice que la Unasur no es confiable. ¿Qué tiene que decir al respecto?
"Sin duda, estamos muy preocupados con la violencia, las muertes y la polarización en Venezuela. Pero mientras tanto, los países amigos de la Unasur tienen que cooperar, ayudar y asesorar. La idea es convencer al gobierno y la oposición para que se sienten a la mesa y lleguen a un acuerdo que recupere el camino de la paz. No podemos decir lo que tienen que hacer los venezolanos, pues a ellos les corresponde resolver sus propios problemas. Aunque tenemos la responsabilidad de defender no solo la democracia, el Estado de Derecho y los valores de los derechos humanos. Tenemos que defender a un gobierno elegido democráticamente que algunos, una minoría, quieren derrocar por la fuerza. Esto es inaceptable".
-La Unasur está formada por países cuyos gobiernos tienen ideologías distintas. El comunicado de las naciones sudamericanas sobre la situación de Venezuela es uno de los pocos consensos que vemos...
"Es preciso revitalizar la Unasur, y para eso debemos tener voluntad política. Hay diferencias en la Unasur sobre la definición del papel del Estado y del sector privado, que necesitan ser respetadas. Y, por encima de todo eso, debemos tener capacidad de construir una arquitectura de integración. No podemos quedarnos detenidos o congelados por las divergencias. No es fácil, pues hay intereses nacionales, fuerzas nacionalistas, diferencias ideológicas, pero los países exitosos dejan esas cuestiones de lado para avanzar en lo principal".
-¿Cómo están las relaciones Chile-Brasil?
"Mi visita tiene el propósito de recuperar la intensidad de la relación bilateral. El nuevo gobierno de la Presidenta Bachelet tiene como prioridad a América Latina, y particularmente, a América del Sur. En ese contexto, la relación con Brasil es prioritaria para nosotros. Siempre fuimos aliados tradicionales y, en algún momento, la relación sufrió una pérdida, aun cuando hay muchas áreas comunes entre los dos países. Por ejemplo, Chile es el mayor inversionista latinoamericano en Brasil. Eso corresponde a 24.000 millones de dólares y a 100 mil empleos generados en distintos estados brasileños en los sectores de celulosa, electricidad, informática, química y metales. Hay una creciente interdependencia económica y ahora queremos agregar más densidad política, cultural y social".
-¿Por ejemplo?
"Invitamos a Brasil para que se integre a la misión de Chile en la ONU. O sea, queremos colocar a un diplomático brasileño en la delegación chilena que está en el Consejo de Seguridad. La invitación fue aceptada. A cambio de eso, Brasil nos va a pasar informaciones relevantes desde donde Chile no tiene embajadas. Como se sabe, en la reforma de la ONU, Chile apoya la candidatura de Brasil a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad".
-Junto con México, Perú y Colombia, Chile hace parte de la Alianza del Pacífico. Algunos analistas afirman que el bloque, tildado como liberal, surgió para contraponerse políticamente al Mercosur. ¿Es verdad?
"Chile tiene una concepción de la Alianza del Pacífico como un simple arreglo de integración económica, es una plataforma de proyección de los países de América Latina volcados hacia el Pacífico. No podemos aceptar la definición de que es un bloque ideológico, o político, antagónico de Brasil, o de los países del Atlántico. Lo que nosotros deseamos es una convergencia entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur".