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Jueves, 26 de febrero de 2015 
El arte mapuche llega a la Cancillería
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El Ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, recibió hoy dos chemamull, estatuas mapuches de madera, creaciones del maestro artesano Antonio Paillafil, experto en tallado. La escultura que representa a una mujer está hecha de ciprés, mientras que la figura que representa al hombre es de roble.

Las obras, que miden dos metros de alto, fueron instaladas en la sala de audiencias de la Cancillería. La idea del Ministro es decorar este espacio con distintos elementos propios de las culturas originarias de Chile, por lo se espera que iniciativas como esta se repliquen en el tiempo. "Los cancilleres, los primeros ministros y las autoridades que nos visitan desde el extranjero deben ver lo que somos", afirmó el Secretario de Estado.

El Canciller agregó que "la diversidad de nuestros pueblos originarios es quizás lo más rico que tenemos. Por eso pensé que debíamos dar un primer paso para demostrar lo que somos y por eso le pedí a Antonio que pudiese trabajar con nosotros y traer lo que hoy día estamos inaugurando".
Al momento de recibir las figuras, el Ministro Muñoz participó en una ceremonia ritual donde el creador de estas piezas desprendió su energía de las figuras, para que se empaparan de la energía de quien a partir de hoy es el dueño material de estas obras.

Paillafil explicó que los chemamull, cuyo origen se remonta al año 1250, cumplen un rol de protección. "Como el Canciller tiene mucho trabajo y se reúne con muchas personas, estas figuras van a ser sus protectores, lo van a cuidar", aseguró.

Antonio Paillafil demoró cerca de cuarenta días en construir estas figuras. El proceso lo comenzó lavándose las manos con agua que no hubiese sido tocada por el hombre. "Al lavarme con esta agua entro en un proceso de construcción de las piezas", explicó. Las maderas las talló con gubias. "Durante esta etapa se produce un diálogo con lo que voy construyendo y le transmito mi energía", indicó.

Con respecto a que sus creaciones sean exhibidas en la sala de audiencias de la Cancillería, el artesano mostró su satisfacción con que la cultura mapuche sea reconocida, señalando además que él sólo se considera un intermediario para lograr aquello. "La idea es que la gente pueda conocer quién es y cuál es su procedencia", manifestó.

El maestro artesano Paillafil empezó a construir este tipo de figuras cuando tenía diez años. Ha construido más de tres mil de piezas similares a las que le entregó al Ministro. Ha decorado restaurantes y su obra está en exhibición en varios museos y lugares de mundo, como Ecuador, Francia, Nueva York y Venecia.